Sucedió hace bastante tiempo, cuando él contaba unas diecinueve o veinte primaveras, no recuerdo la época del año.
Ella era entre rubia y castaña, de ojos verdes y grandes, varios años mayor que el, de carácter un poco “hippie”, muy sensible y dulce. Su voz derrochaba una extraña mezcla de sensualidad y sobriedad macerada por la edad.
La natural agitación de la edad la convirtió a ella en objeto de ardiente deseo para él, y él llevado por el descaro y el atrevimiento de su juventud, no tardó en mostrarle sus secretos deseos.
No hay mayor excitación que sentirse deseado, esa excitación debía sentir ella a medida que el descaro de él aumentaba, pues al poco tiempo ella decidió poner a prueba sus palabras.
Fue en un ford fiesta blanco, cuando ella mostró sus labios dispuestos, él nunca había imaginado una victoria, solo era un juego.Pero este atisbo de indecisión duro menos que un suspiro, no tardaron en entrelazar labios y lenguas, en un cambalache de pasión.
No pasó nada mas esa noche, pero nuestro amigo ya pensaba en vencer las defensas que ella interponía entre su lecho y él.
Un sábado por la noche, un descuido fingido…….
- Me he dejado las llaves de casa, ¿Puedo quedarme en tu casa a dormir?
¡Tía, va no me dejes tirao!
Unos segundos de indecisión debatiéndose entre la excitación y el peligro….
- ¿De verdad te has dejado las llaves?
- Que sí, de verdad.
Era mentira, claro.
Una vez en su casa, él amparándose en el recuerdo del coche, se lanza cual depredador en pos de su presa, ella corresponde, pero se niega a ir más lejos una y otra vez, y a pesar de compartir lecho y labios, nada mas ocurre y finaliza el primer asalto sin éxito para nuestro guerrero.
Otro sábado por la noche, el mismo descuido fingido, su casa, otro asalto a su sexo.....
Esta vez, con suavidad ella lo calma, y lo excita hasta llevarlo al límite.
Ella acaricia el sexo de él y finalmente con delicadeza los dos pasan a estar unidos por algo mas que la pasión,hasta que el desata sin ninguna contemplación, ríos de pasión en su interior.
Dulce humedad, dias sin fecha, noches de extasis.
Esto se sucede una vez y otra vez y otra….
Es notorio el potencial de la juventud en estos menesteres. Pasaron nuestros protagonistas deliciosos días, que mas tarde pasaron a ser meses, de intenso placer.
No importa como acabó la historia, pues solo quedó en ambos las sensaciones anteriormente narradas, bien acabó pues, y como bien esta lo que bien acaba, podemos decir sin engaño, que muy bien estuvo lo sucedido.
7 comentarios:
"A buen entendedor pocas palabras bastan "
Lo de "el kiki" tenia que ser por algo...
Tu "amigo" es el puto amo..que triste pensar que ahora tendrá las tetas por el suelo...jajajaja
En serio, ¡muy buena!
ahh, y otra cosa: ¡Tu amigo podría haber echado fotos y las hubieras puesto!
harry es la voz de la razon! fooootos foooootos fooootos
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